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Château de Compiègne / M. Poirier
© Château de Compiègne/Marc Poirier

Un palacio real e imperial

Edificado por Luis XV y Luis XVI, reacondicionado bajo Napoleón I y después por Napoleón III, el palacio de Compiègne fue un lugar destacado de la vida de corte y del ejercicio del poder. La originalidad y la belleza del más grande palacio neoclásico francés, la calidad de sus decoraciones interiores y de su mobiliario, constituyen un conjunto único, un lugar histórico que, junto a Versalles y Fontainebleau, es una de las tres residencias reales e imperiales más importantes de Francia.

 

De Carlos V a Luis XVI, un lugar de residencia para la corte de Francia

En el camino de Flandes, a ochenta kilómetros de París, el palacio de Compiègne fue una residencia real e imperial cuyos apartamentos, más allá de las murallas de la ciudad, dan a un bosque de más de catorce mil hectáreas. Una posición que refleja la decisión del rey Carlos V de adquirir estos terrenos dentro de la ciudad para construir en ellos un castillo, casi acabado a su muerte en 1380.

Aunque el edificio de Carlos V fue modificado a lo largo del tiempo, conserva un aspecto medieval hasta el siglo XVII. Luis XV, que se apasionó por Compiègne, es el que logró el castillo actual. Como la casa de sus antepasados era exigua y pasada de moda, quiso una residencia a la que vincular su nombre. Pidió un “gran proyecto” a su primer arquitecto Ange-Jacques Gabriel que diseñó los planes validados por el rey en 1751. Siendo rey en 1774, Luis XVI encargó a su vez obras al sucesor de Gabriel, Le Dreux de la Châtre, que siguió los grandes rasgos del proyecto de Gabriel, realizando el ala nueva que da al parque, de la que María Antonieta iba a apropiarse, el peristilo, la sala de las columnas, la sala de los guardas e importantes acondicionamientos interiores, como el apartamento del rey y de la reina. Fue bajo su reino que se realizaron parte de las decoraciones interiores que conocemos en la actualidad.

  

Château de Compiègne / Marc Poirier
© Château de Compiègne / Marc Poirier

El palacio de dos emperadores

De Napoléon I...

La Revolución trajo la dispersión del mobiliario en 1795 y solo unas cuantas piezas han podido regresar, hoy por hoy. En 1799 un pritaneo militar fue instalado en el castillo; es el origen de la Escuela de Artes y Oficios (1803) que se instaló en Châlon-sur-Marne en 1806. Era necesario devolver a esta residencia su uso original. Por ello Napoleón I dio la orden, el 12 de abril de 1807 de volver a poner Compiègne en estado. Se iniciaron de inmediato grandes obras interiores, bajo la dirección del arquitecto Louis-Martin Berthaut, que acababa de trabajar para Josefina en Malmaison. Se desarrollaron de 1808 a 1810 y generaron una nueva distribución de los espacios y, sobre todo, nuevas decoraciones con un mobiliario que nos ha sido transmitido en parte. El Emperador ocupó el antiguo apartamento del rey mientras que la Emperatriz fue alojada en la extremidad de la terraza; el antiguo apartamento de la reina se convirtió en un apartamento destinado a un soberano extranjero. Parte esencial de las decoraciones murales es obra de los talleres de Dubois y Redouté, mientras que los muebles fueron realizados por Jacob-Desmalter y Marcion. Se trata de los apartamentos del Primer Imperio más completos de Francia.

 

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© Château de Compiègne / DR

... a Napoléon III

El Segundo Imperio es indisociable de Compiègne. Napoleón III apreció particularmente el castillo, organizando en él, junto a la Emperatriz en otoño las famosas “series” que reunían cada semana un centenar de invitados, durante cuatro a seis semanas consecutivas. Personalidades allegadas al poder, soberanos o príncipes extranjeros, diplomáticos, escritores, artistas, científicos se encontraban en la casi intimidad de la familia imperial. Cazas, excursiones, juegos, conciertos y obras de teatro ocupaban los días, durante los que se olvidaba las obligaciones de la etiqueta. Se realizaron acondicionamientos para recibir a los invitados y se introdujo un importante mobiliario contemporáneo. El Emperador también hizo construir la Galería Nueva, llamada Galería Natoire, con el fin de poder acceder directamente al teatro imperial, que edificara del otro lado de la calle de Ulm, y siguió inacabado en 1870.

 

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© Château de Compiègne / DR