Château de Compiègne / M. Poirier

El Teatro Luis Felipe

El Teatro del Palacio de Compiègne fue construido en 1832 con motivo de la boda de la hija del rey Luis Felipe, la princesa Luisa de Orleans, con el rey de los belgas, Leopoldo I.

¿Cómo visitarlos?

Visitas Conferencias

Visitas con conferenciantes de la Réunion des musées nationaux - Grand Palais (con recargo en el derecho de entrada)

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Este Teatro de corte fue acondicionado en unas pocas semanas por el arquitecto Nepveu en 1832, en el lugar de la antigua pista de juego de palma, para la boda de la hija de Luis Felipe, Luisa de Orleans, con Leopoldo I, rey de los belgas.

A pesar de haber sido inaugurado el 10 de agosto del mismo año, durante las ceremonias de esta boda (en las cuales la compañía de la Opéra-Comique interpretó Picaros et Diego, y Le Prisonnier ou La Ressemblance), el Teatro recién fue terminado en 1835. Nepveu recurrió a P. L. Cicéri para la creación de los decorados y del traje de Arlequín, y al escenógrafo Dubois para los de la sala.

En la época de Luis Felipe, se representaban esencialmente dos tipos de obras: o una ópera y un ballet, o dos óperas cómicas. En el reinado de Napoleón III, de 1852 a 1859, durante las Series, el repertorio siguió la nueva moda, y estaba compuesto de comedias costumbristas, de creaciones recientes, divididas en tres actos e interpretadas por las compañías de la Comédie-Française, del Odéon o de Vaudeville.

 

Después de la caída del Imperio, el Teatro fue utilizado ocasionalmente, especialmente durante la estancia del zar Nicolás II en septiembre de 1901.
Al no haber sido objeto de ninguna restauración en el siglo XX, el Teatro Luis Felipe conserva en funcionamiento su maquinaria tradicional de madera, que permite cambiar la escenografía, que aún está en su lugar. Su gran araña central, equipada de lámparas Carcel, permite recrear la misma iluminación que había durante el Segundo Imperio. Esta sala de espectáculos, ejemplo único de teatro de corte de la década de 1830, es en la actualidad la única que representa la transición entre las salas palatinas del siglo XVIII y los teatros de la época de Napoleón III.

 

©Collection Jean-Baptiste Leroux, Dist. RMN-Grand Palais / Jean-Baptiste Leroux
©Collection Jean-Baptiste Leroux, Dist. RMN-Grand Palais / Jean-Baptiste Leroux